No es solo ficción

Ya me parecía a mí que no es casual lo mucho que disfruto con los cuentos que me leen mis papás, con los pequeños programas que veo en la tele (ay, Peppa! ay abeja Maya! ay Quixote!), incluso con los juegos con que me deleito con mis primas, fingiendo que somos mamás y bebés, o profes y alumnas... Es ficción con que nos entretenemos y jugamos pero mucho más que eso. Lo ha dicho un señor francés que sabe mucho de eso. Pues resulta que mientras nos sumergimos en la ficción también aprendemos a construir una sana  identidad, y vamos creando una relación equilibrada entre nuestras emociones y el mundo. Toma castaña.