Gustan los encuentros de nadons que ya
no son tan nadons. Gusta que vengan a casa de Premià y Masnou. Gusta
ver a los bebés junto a sus mamás. Y los papás también. Gusta ir
a comprar pasteles para los amigos y que la panadera me dé un
croissant pequeño y luego ir a casa y esperar a que vaya sonando el
timbre y vayan llegando, uno, otro, y otro y otro. Gusta enseñarles
mis juguetes y libros y dar vueltas por la casa. Gusta salir a la
calle y enseñarles mis rituales: el tobogán, correr dando vueltas
en círculo, sentarse en un banco. Ah, y que vengan conmigo a ver a
la calle de los gatos. Luego se van porque es tarde y hay que cenar y
como a gusto, hambrienta de emociones y sueños.
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