domingo, 13 de julio de 2014

Sucedió durante la fiesta mayor de 2014

Ciertamente las fiestas son un período intenso; me parece que en una semana he madurado años. Aprendí a ser una flâneuse, deambulando al azar para aquí y para allá, encontrándolo todo interesante y digno de mirada, queriendo atrapar el segundo que pasa. Perdí el miedo a saltar una valla, subir a toboganes, meterme en casas ajenas o comercios a cualquier hora, recorrer la Gran Vía entera, pedir comida y juguetes a desconocidos, bailarlo todo, y cantar hasta el pensamiento. Pero no solo eso. También sucedió mon premier amour. Descubrí esa voz que me llamaba, que conocía mi nombre, esa sonrisa que reconocía mi sonrisa. Y recordé haberle visto otras veces, en otro lugar, acariciendo mi pelo al despertar. Y después de cruzarnos cada día por la calle, al azar (que aún no tenemos wapp) hoy finalmente me he dejado abrazar.

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