jueves, 3 de octubre de 2013

Casi gateo, o de la evolución de las especies

Mi juego preferido esta semana: intentar alcanzar algo que parece fuera de mi alcance. Parece mentira. Mis piernas se doblan como goma, mi espalda se estira hasta casi fundirse con el suelo, mis brazos se alargan como si fueran de chicle. A veces lo consigo y otras no, se van rodando los puñeteros juguetes. Tiemblo de emoción al pensar en el día que podré alcanzarlo todo. Aunque no sé por qué sospecho que cuando lo consiga pronto me parecerá poca cosa y desearé algo más. Dice mamá que así es la vida, que qué le vamos a hacer, y que intente disfrutar del esfuerzo, que dura más que la emoción del logro...

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